Puede que sea conocida por su impresionante costa, pero la región francesa de Bretaña es un lugar de infinitos contrastes. Desde paisajes ligeramente ondulados hasta altas cumbres en las escarpadas montañas D'Arrée, esta región reúne algo para todos los gustos.
La arquitectura también cambia constantemente. En un momento estarás caminando por estrechas calles adoquinadas entre edificios medievales con entramado de madera de colores intensos y al siguiente estarás en una ciudad costera llena de casas de piedra con contraventanas azules.
Con su excelente acceso desde París, viajar a la Bretaña francesa es una escapada de fin de semana imprescindible. En esta guía te ofreceremos información privilegiada para planificar tu ruta en coche por la Bretaña francesa; desde cómo llegar más fácilmente y la mejor época para tu visita hasta todas esas actividades que no te puedes perder.
La Bretaña está en el noroeste de Francia, a unas 4 h 45 min en coche desde París por la A11, pasando por Le Mans. También se puede llegar en tren o avión hasta París desde España y continuar en coche. Desde el Reino Unido, el viaje en coche vía Calais dura unas 6 horas.
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Sí. Los aeropuertos de Rennes y Nantes Atlantique reciben vuelos internacionales y cuentan con oficinas de alquiler de coches Avis, lo que facilita empezar tu ruta en coche por el norte de Francia nada más aterrizar.
El clima es templado y agradable, parecido al del norte de Europa. Los veranos son algo más soleados y cálidos que en el Reino Unido, con unos grados extra de media. Los inviernos son suaves, con pocas heladas o nevadas, lo que hace la región ideal todo el año.
La temporada ideal es de abril a septiembre. Los veranos alcanzan entre 30 y 35 °C, aunque depende de la zona. Además, el verano y principios de otoño destacan por sus festivales, como el Festival du Chant de Marin o el Festival de la Ostra en Paimpol.
Con pocos días, conviene centrarse en una zona concreta. Si dispones de más tiempo, podrás recorrer la costa y disfrutar de la variada oferta de actividades: playas, senderismo, paseos en barco, ciclismo o visitas a parques, granjas y zoológicos, perfectas para todas las edades.
Visita un mercado
Los mercados franceses al aire libre son famosos en todo el mundo y los de Bretaña no son una excepción. Pasa una mañana recorriendo un mercado y degustando productos locales. Levántate temprano para evitar las multitudes y elige los mejores manjares en oferta.
Prueba los manjares regionales
Las crêpes son el plato regional de Bretaña. Tanto si vas a una cafetería o restaurante o los disfrutas para llevar, las crêpes suaves y recién preparadas siempre están deliciosas. Lo único que te costará es elegir con qué comerla. El almíbar de frutas caliente y el caramelo salado son dos de las opciones más populares (y adictivas).
Cruza la bahía del Monte Saint-Michel
El Monte Saint-Michel es un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la frontera entre Bretaña y Normandía: una visita obligada en tu viaje por carretera. Encontrarás paseos guiados a la isla; la marea puede subir rápido, por eso te recomendamos que consultes con un experto de antemano. También tendrás oportunidad de montar a caballo en la arena e incluso ir en bicicleta, ya que la ruta ciclista del Tour Europeo de Manche conecta el Monte Saint-Michel con Saint-Malo.
Ve de isla en isla
Justo frente a la costa, cerca de Quiberon, encontrarás la isla más grande de Bretaña, Belle-Île-en-Mer, la Reina de los Mares, que hace honor a su nombre. Con aguas cristalinas de un azul intenso, pequeñas calas de arena y bonitas casitas, este es realmente el paraíso. Hay rutas ciclistas y un servicio de autobús por toda la isla que ofrecen un buen acceso para excursiones de un día.
Avista delfines mulares
Las aguas de Bretaña albergan la colonia de delfines mulares (o nariz de botella) más grande de Europa. Estos asombrosos mamíferos pueden recorrer hasta 100 kilómetros en un día. Hay excursiones al mar desde el Monte Saint-Michel para observar delfines y es posible que también tengas la suerte de avistar algunos delfines comunes, marsopas e incluso ballenas.
Nuestros expertos han diseñado la ruta en coche perfecta por la Bretaña francesa, que cubre todos los lugares y puntos de interés principales para disfrutar de un impresionante recorrido circular de ida y vuelta de 767 km desde el puerto de St Malo.
St-Malo a Cancale: 19,5 km (40 min)
Partiendo de la ciudad portuaria de St Malo, dirígete por la carretera costera D201 que bordea la orilla. Esta ruta en coche por la Bretaña francesa te llevará a través de las dunas que rodean la impresionante Plage du Guesclin. Esta sección cuenta con abundantes sitios para aparcar y senderos hacia la playa: un tramo desierto de la más suave arena color crema pálida y la parada ideal para darse un chapuzón.
De regreso a la carretera, atravesarás la pequeña ciudad de Cancale para dirigirte a Port Cancale y su famoso mercado de ostras. El cultivo de ostras en la bahía del Mont-Saint-Michel forma parte del patrimonio cultural de la región. Durante los meses de verano, tendrás la oportunidad de conocer a los productores en el mercado, elegir una selección de ostras y disfrutarlas sentado en el malecón con vistas a la bahía.
Cancale al Monte Saint-Michel: 44,7 km (57 min)
Esta etapa del viaje continúa a lo largo de la costa hasta uno de los lugares más emblemáticos de Europa. Desde Cancale, toma la D76 hasta llegar a Pontorson y después coge la D776 hasta el Monte Saint-Michel.
Esta pequeña isla de 7 hectáreas es un espectáculo imprescindible si viajas en coche por la Bretaña francesa. La silueta de la abadía benedictina en la cima del monte se puede ver a kilómetros de distancia. Está rodeado por un laberinto de calles estrechas repletas de cafeterías, tiendas de regalos, restaurantes y hoteles. No se puede llegar a la isla en coche, pero hay un aparcamiento a 800 metros de la costa. De otro modo, también puedes aparcar en tierra firme (a poco más de un kilómetro de distancia) y tomar un autobús para cruzar. También puedes ir andando, pero tienes que estar atento de los horarios de las mareas y seguir los consejos de los guías locales antes de partir. La isla está llena durante el verano, pero la abadía está abierta hasta las 19:00 horas del 1 de mayo al 31 de agosto. Recomendamos llegar a última hora de la tarde para realizar un recorrido por la isla y cenar en uno de sus restaurantes para empaparse verdaderamente de la atmósfera de este entorno único.
Monte Saint-Michel a Rennes 67,5 km (1 h 6 min)
En la siguiente sección de esta ruta en coche por la Bretaña francesa, girarás hacia el interior tomando la D175 en un relajante recorrido por la campiña. Rennes es la capital de Bretaña y vale la pena hacer una parada para explorar su centro medieval con sus casas con entramado de madera y su impresionante y cavernosa catedral.
Rennes a Vannes 128 km (1 h 38 min)
Tu ruta en coche por el norte de Francia te llevará hacia el sur, a través de campo abierto, hasta Morbihan y la soleada costa que rodea el impresionante golfo del mismo nombre. Vannes, la capital de Morbihan, es una ciudad medieval fortificada con un "casco antiguo" central y pintoresco y un bonito puerto deportivo.
Vannes a Pont-Aven 146 km (3 h 11 min)
La siguiente sección de nuestra ruta te llevará de Vannes a Pont-Aven por la D781 para disfrutar de algunas de las partes más pintorescas de la costa. Tómate el tiempo para detenerte en las paradas recomendadas en Port de Goustan, Carnac y Côte Sauvage antes de dirigirte a Pont Aven, en el departamento de Finistère.
Pont-Aven a Brest 110 km (1 h 37 min)
Recomendamos salir de la autopista E60 para pasar un tiempo en la ciudad amurallada de Concarneau, así como en Quimper, con sus casas medievales con entramado de madera, su impresionante catedral gótica y sus galerías de arte.
Vuelve a incorporarte en la autopista y disfruta del viaje por el Parque Natural Regional D'Amorique, un parque natural de 112 000 hectáreas, con cuatro regiones distintas: las islas del mar de Iroise; la península de Crozon, entre Brest al norte y Douarnenez al sur; y los escarpados Monts d'Arrée.
Brest a Ploumanac’h por Roscoff: 143 km (2 h 24 min)
Saliendo de Brest, emprenderás el viaje de regreso hacia St Malo, haciendo parada en Roscoff y llegando a Ploumanac’h. La zona es famosa por la roca de granito rosa y las arenas de la Côte de Granit Rose.
Ploumanac'h a Dinard y St Malo: 171 km (2 h 21 min)
Este tramo final de nuestro épico viaje en coche por la Bretaña francesa te llevará a la fabulosa Costa Esmeralda con su ciudad turística victoriana de Dinard. La ruta termina con estilo en el puente Rance Barrage, la primera central mareomotriz del mundo y la segunda central mareomotriz más grande del mundo, al regresar a St Malo.
Con una red de carreteras moderna y una población menos densa que la de muchos otros países europeos, un viaje por carretera a través de Francia de brinda la oportunidad de recorrer carreteras relativamente vacías.
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Sin embargo, si es la primera vez que vas a conducir por la Bretaña y Francia, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. Aparte de lo obvio: se conduce por el lado derecho de la carretera; ten en cuenta que es obligatorio llevar chalecos fluorescentes para todos los ocupantes del coche en caso de avería en la carretera. También debes llevar un triángulo de advertencia y un juego de bombillas de repuesto para los faros, para poder sustituirlas inmediatamente si es necesario.
Allá donde te lleven tus viajes, nuestro equipo de Avis tiene las llaves listas de tu coche de alquiler en Francia para ayudarte a disfrutar de la libertad del viaje y aprovecharlo al máximo.