Tanto si te apetece un brioso compacto para un paseo por la ciudad, un fiable coche familiar, un elegante sedán o descapotable, o un espacioso monovolumen, tenemos el coche perfecto para ti.
¿Dónde quieres que nos encontremos y comenzar tu viaje?
Compra una entrada combinada y visita el tercer núcleo de la civilización, el Palatino, donde comienza la leyenda de Rómulo y Remo. Baja la colina, ponte a prueba en la Boca de la Verdad y cruza el río Tíber hacia Trastévere. En sus callejuelas adoquinadas de aire bohemio encontrarás tiendas de regalos, tabernas y restaurantes muy asequibles. Pon rumbo norte, contempla las vistas de la ciudad desde el Castel Sant'Angelo y continúa hacia la Ciudad del Vaticano, el minúsculo estado hogar de la Santa Sede; espera la larga cola para ver la Basílica de San Pedro y la obra maestra de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
Cruza el río de nuevo y serpentea por las callejuelas. Toma la Via Condotti, plagada de tiendas de diseño (párate a tomar un expreso en el centenario Caffé Greco), y llegarás a la Plaza de España y su monumental escalinata. Después, atraviesa la ciudad siguiendo la Via del Corso, otra ocasión estupenda para hacer compras, y desvíate a la izquierda, para lanzar una moneda a la Fontana di Trevi, o a la derecha, para visitar el Panteón de Agrippa en la Piazza della Rotonda, otro sitio idóneo para tomar una copa entre artistas callejeros.
La vida de Roma se concentra mayormente en sus plazas, puntos de encuentro de residentes y turistas, como la Piazza Navona, abarrotada de terrazas muy populares por la noche, o el Campo de' Fiori, con un colorido mercado de verduras y flores. Tras este apasionante paseo, coge tu coche de alquiler y descubre los alrededores.
Dedica un tiempo para visitar los grandes museos romanos. El parque urbano de Villa Borghese es la sede de la Galería Borghese, uno de los museos de arte de mayor prestigio internacional. Otro museo imprescindible son los dos palacios (el Nuevo y el de los Conservadores) que componen los Museos Capitolinos, que incluyen la estatua original de la Loba Capitolina. Compra una entrada combinada para los cuatro museos que forman el Museo Nacional Romano y admira frescos renacentistas, esculturas griegas y romanas o las Termas de Diocleciano.
Las fiestas romanas vienen cargadas de tradición y religión, como la de La Candelaria (2 de febrero), una fiesta de purificación del siglo V. Acércate con tu coche de alquiler a la iglesia de Santa Francesca Romano el 9 de marzo para que este reciba la bendición de la virgen. El 19 de marzo, prueba los frittelle en la fiesta de San Giuseppe, dedicada a los artesanos. Pásate por Trastévere a mediados de julio y únete a los residentes en las verbenas, mercadillos y fiestas de Noantri en honor a la Virgen del Carmen. Y, en Año Nuevo, baja a la Piazza del Popolo y celebra con música en directo y fuegos artificiales.
Roma se puede visitar cómodamente en coche. Explora la ciudad y sus alrededores con Avis. Desde el gigantesco Coliseo, que resuena con la algarabía de los antiguos torneos de gladiadores, hasta el Panteón, templo dedicado a todos los dioses durante el antiguo imperio, viaja rápidamente en el tiempo para situarte impaciente bajo los techos ornamentados de la Capilla Sixtina en Ciudad del Vaticano.
Puedes conducir un poco más hacia las afueras de la antigua Roma para descubrir la increíble Via Appia, donde fueron crucificados Espartaco y 6000 de sus seguidores. Recorre el cercano Parque de los Acueductos y merodea por debajo del pantagruélico Aqua Claudia que atraviesa el parque y sigue su recorrido de 72 km (por los que antiguamente llegaban a Roma 184 000 metros cúbicos de agua cada día).
Y no tendrás que cerrar el círculo: aprovecha al máximo la opción de alquiler de coches solo ida en Roma y sus alrededores.
Situada en un enclave centralizado para explorar el resto del país, parte de esta boyante metrópoli y conduce por la campiña italiana que rodea la ciudad. Viaja a la montañosa región de los Abruzos, con sus castillos normandos, tres parques nacionales y una enorme red de rutas de senderismo bien señalizadas y seguras.
Visita una de las numerosas aldeas de la cumbre, como Santo Stefano di Sessanio, y sortea sus estrechas calles con edificaciones medievales, algunas de las cuales han sido restauradas y reconvertidas en evocadores hoteles.
Más allá, recorre el trayecto de Roma a Pompeya, la ciudad enterrada en el año 79 d. C. Dedica medio día a merodear por las fantasmagóricas calles romanas. Continúa hasta la costa amalfitana, de un atractivo inmensurable, pero estate preparado para dar algún que otro viraje: Se han contado hasta 1000 curvas cerradas a lo largo de este trecho.
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