Un paraíso urbano en un entorno natural extraordinario

Aunque la población autóctona ya vivía aquí hace miles de años, los primeros europeos se asentaron en lo que ahora es Vancouver hace solo 150 años. Lo que empezó como un aserradero se ha convertido en una de las ciudades más sofisticadas, étnicamente diversas y, según las encuestas, más deseables para vivir del mundo.

La ciudad está rodeada por las aguas del Pacífico por un lado y por bosques y montañas por el otro, y su relativamente pequeño centro urbano está compluesto por una mezcla interesante de rascacielos propios de una gran ciudad cosmopolita y casas particulares y estructuras más bajas que le otorgan el aire íntimo de un pequeño pueblito.

El histórico distrito de Gastown cuenta con estudios, galerías de arte y tiendas de antigüedades y también una de las atracciones más significativas de la ciudad: el primer reloj de vapor del mundo.

El barrio de Chinatown de la ciudad es uno de los mayores barrios chinos de Norteamérica y lo habita una vibrante comunidad desde el siglo XIX. Disfruta de una auténtica experiencia de la cultura china, desde la arquitectura y la comida hasta el mercado nocturno y el jardín chino clásico de Dr Sun Yat-Sen.

La calle Robson es el sitio para ver y para que te vean, mientras le sacas brillo a la tarjeta de crédito en alguna de las muchas boutiques de moda, terrazas al aire libre y restaurantes de lujo. La ciudad tiene, a lo largo de su centro urbano y del extremo oeste de su península, algunas de las propiedades inmobiliarias más valiosas del mundo.

En el extremo sureste de la calle Robson encontrarás el barrio de moda de la gente famosa e influyente: Yaletown. En su momento fue una zona industrial, pero sus muelles de carga y almacenes son ahora lofts y apartamentos que lo han convertido en el barrio más sofisticado de la ciudad.

En el extremo opuesto de la calle Robson está el parque Stanley, un oasis urbano de bosques y lagos. En él encontrarás los tótems de First Nation, el acuario y el puerto deportivo Harbour Cruise Marina.

Para completar la visita es imprescindible darse un paseo por el Granville Island Public Market. Ahí te espera una colorida selección de pescado fresco, productos artesanos y frutas y verduras recién recolectadas.


Lugares que visitar, cosas que hacer

Aunque el clima de la ciudad es bastante templado, las cimas cercanas de Cypress Mountain, Grouse Mountain y Mount Seymour ofrecen algunas de las mejores pistas de esquí alpino y de fondo de Norteamérica. Como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010, Vancouver también dispone de instalaciones de patinaje y de hockey sobre hielo de primera categoría.

A unas dos horas en coche hacia el norte se encuentra la mundialmente famosa estación de esquí Whistler Blackcomb. Es la mayor estación de esquí de Norteamérica y ofrece de todo: desde esquí con helicóptero hasta un après-ski legendario, además de disponer de la famosa telecabina Peak 2 Peak.

A finales de enero o principios de febrero, tienen lugar numerosas actividades en Chinatown para celebrar el año nuevo chino. El broche final lo pone el desfile del Chinese New Year Parade, un acontecimiento que nadie se debe perder y en el que desfilan más de 3000 artistas, entre ellos los equipos de mayor longitud de la tradicional danza del león de Canadá.

Durante el verano acoge hasta tres festivales de fama internacional. El Vancouver International Jazz Festival se celebra a finales de junio o principios de julio, durante 10 días (y 10 noches) y cuenta con una amplia variedad de escenarios, desde pequeñas salas hasta grandes auditorios.

Le sigue el Folk Music Festival que tiene lugar el tercer fin de semana del mes de julio. Este evento de tres días de duración ofrece más de 70 horas de actuaciones de músicas tradicionales y folklóricas de todo el mundo en ocho escenarios al aire libre diferentes. Los rascacielos del centro y las montañas del North Shore ofrecen un telón de fondo perfecto.

El Celebration of Light es uno de los acontecimientos con sello propio de la ciudad, y la mayor competición de fuegos artificiales acuáticos del mundo. Hasta 400 000 espectadores se reúnen alrededor de la bahía de English Bay cada noche del festival a finales de julio o principios de agosto.

Y, por supuesto, en cualquier época del año siempre hay una atracción turística que no te puedes perder: la belleza natural de la región de Columbia Británica. Escapadas por el mar, ríos, montañas o lagos, a todo puedes acceder fácilmente gracias a la existencia de una excelente red de carreteras. Empieza por el impresionante valle del río Lower Fraser y, desde ahí, deja que sea el coche de alquiler quien te lleve.